Un suceso que hace unos pocos años parecía imposible acaba de volverse realidad en el automovilismo: Daniil Kvyat, expiloto de Red Bull en la Fórmula 1 , fue superado por un auto sin conductor. Lo sorprendente es que esto no ocurrió en un simulador o en un experimento cerrado, sino que se dio en una pista real y en un formato competitivo.
Bajo condiciones controladas por los organizadores de la Abu Dhabi Autonomous Racing League (A2RL), la liga que busca medir hasta dónde puede llegar la inteligencia artificial cuando se enfrenta a un piloto profesional, Kvyat compitió y perdió ante un monoplaza autónomo. Rápidamente, el debate sobre la incursión de la IA en el deporte reapareció en las redes.
Más allá de la victoria de la inteligencia artificial , lo que realmente sacudió al paddock fue la forma en la que lo hizo. El auto autónomo, creado por el equipo TUM, arrancó con una ventaja de 10 segundos y tuvo que sostenerla a lo largo de diez vueltas en una versión reducida del circuito de Yas Marina.
Ambos vehículos compartían exactamente la misma plataforma técnica, con un chasis de Súper Fórmula y motor Honda, lo que significaba que la diferencia dependía únicamente de la capacidad del piloto. Aunque Kvyat logró reducir la distancia vuelta a vuelta, la IA nunca cedió el liderato.
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El avance de la IA para competirle a un expiloto de Red Bull
El dato que más sorprendió a los especialistas fue la velocidad de desarrollo. Hace un año, los autos autónomos estaban a varios segundos por vuelta de los tiempos de un profesional. Hoy, la diferencia ronda apenas el 1%. En términos de ingeniería, es un salto gigantesco.
Kvyat, quien actualmente forma parte del equipo de Lamborghini Squadra Corse, reconoció que la IA lo "obligó a buscar los límites" y destacó que la máquina frenaba "tan tarde como un piloto". También admitió que aún existe una diferencia en la gestión del neumático, una de las pocas áreas donde la sensibilidad humana mantiene ventaja.