A sus 38 años, David Luiz volvió a levantar la mano en la competición que más marcó su carrera. El veterano defensor brasileño anotó su primer gol en la Champions League desde 2017, esta vez con el modesto Pafos FC de Chipre, en un relato que mezcla nostalgia, vigencia y un inesperado capítulo europeo.
Su anotación llegó al minuto 18 ante el AS Mónaco, cuando el central se elevó con la misma potencia que en sus años de gloria para conectar un cabezazo certero y clavar el 1-1 parcial. El duelo terminó 2-2, pero la noche quedó marcada por el regreso goleador del brasileño en el torneo más prestigioso del mundo.
El último registro de David Luiz en la competición databa de octubre de 2017, en un empate 3-3 del Chelsea ante la Roma. Desde entonces, su carrera había tomado distintos rumbos: Premier League, Ligue 1, Brasil y ahora Chipre, donde busca cerrar su trayectoria con un último aporte en el escenario europeo.
Un regreso inesperado a Europa y un gol que revive recuerdos
Cuando David Luiz firmó con el Pafos en agosto, pocos imaginaban que volvería a sentir la adrenalina de la Champions League. Tras cuatro años en Brasil, el central regresó a Europa para unirse al campeón chipriota, un club que vive su primera aventura continental.
Pafos ha aprovechado su experiencia y liderazgo. Y el propio jugador ha disfrutado un rol que mezcla mentoría y protagonismo. Su gol frente al Mónaco no solo niveló el partido: también le recordó al continente que su calidad aérea y sentido de anticipación siguen intactos.
Para un futbolista que debutó en Champions en 2007 con el Benfica, este nuevo capítulo tiene tintes de novela. Superó lesiones, críticas y tránsitos complicados para mantenerse vigente. Y ahora, más de 15 años después, vuelve a dejar huella.
David Luiz y su conexión eterna con la Champions League
El brasileño ha sido parte de momentos icónicos del torneo. Fue figura en el Chelsea campeón de 2012, defendió al PSG como uno de los centrales más caros de su era y vivió noches memorables en Stamford Bridge, París y Lisboa. Su gol con el Pafos, aunque menos mediático, tiene un peso simbólico: habla de su resiliencia.
A los 38 años, David Luiz demuestra que el fútbol todavía le debe páginas por escribir. Su cabellera rizada, sus saltos en área rival y su personalidad siguen siendo parte del paisaje europeo. Y con el Pafos soñando con seguir avanzando, este puede no ser su último capítulo heroico.