Desde su aparición en los años 90, Pokémon ha sido una de las franquicias más queridas por niños y adultos. Sin embargo, no todos compartieron este entusiasmo. Algunos líderes religiosos consideraron que los “monstruos de bolsillo” eran más bien criaturas del bolsillo del diablo.
El pastor brasileño Josué Yrion fue uno de los principales detractores de Pokémon, ya que en sus sermones, afirmaba que Pikachu significaba “Oh mi Señor Satán Caído del Cielo, destructor de naciones y violador de santos varones”. Además, aseguraba que los niños que coleccionaban los 150 Pokémon estaban “listos para matar” .
En México, la periodista Lolita de la Vega acusó a Pokémon de rendir culto al satanismo, señalando que en la trama los humanos se rebelaban contra el “Creador” . Esto llevó a que muchos padres quemaran tazos, cartas y juguetes relacionados con la franquicia, temiendo que sus hijos estuvieran siendo influenciados por fuerzas malignas.
Con la llegada de Pokémon Go, el temor se renovó, pues en Perú, el pastor evangélico Jorge Mantilla recorrió las calles con un vehículo que llevaba una pancarta que decía "¡Cuidado! Pokémon, juego diabólico”, advirtiendo sobre los peligros del juego de realidad aumentada .
El papa defendio a Pokémon
A pesar de las críticas, la Iglesia Católica ha adoptado una postura más moderada en tiempos recientes, ya que en 2018, el Papa Francisco indicó que Pokémon no era intrínsecamente malo y que debía ser evaluado desde una perspectiva crítica.
Si bien, Pokémon fue visto por algunos como un portal al inframundo, con el tiempo la Iglesia ha adoptado una postura más comprensiva. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es Pikachu solo un tierno ratón eléctrico o una criatura con poderes oscuros? Solo los entrenadores más valientes lo sabrán.
