Bandit quiere descansar, pero Bluey y Bingo están haciendo demasiado ruido al jugar, así que les propone jugar un juego silencioso. Las dos se quedan calladas para jugar, pero cuando es hora de salir de casa para buscar un regalo, Bandit necesita que sus hijas hablen, pero ellas no están dispuestas a romper las reglas del juego. Bandit tendrá que aprender a comunicarse a través de la mímica.