Si alguna vez alguien pensó que Bluey era solo para niños, es probable que no tenga mascotas. Porque sí, resulta que los perros también son fans declarados de esta divertida serie australiana.
No es imaginación ni coincidencia: hay razones específicas (y muy curiosas) que explican por qué tantos perritos se quedan embobados viendo a este personaje y a su familia desde la pantalla.
Y aunque al principio parecía una simple observación de redes, una experta en comportamiento canino confirmó que este fenómeno tiene toda una lógica detrás.
¿Dónde ver Bluey?
La serie animada forma parte de la programación infantil de Azteca 7 en el bloque Kidsiete, transmitiéndose de lunes a viernes.
¿Por qué los perros están tan interesados en la serie Bluey?
Según declaró Amanda Farah, especialista en entrenamiento y comportamiento animal, a la revista People, hay varios elementos dentro de Bluey que, sin quererlo, están hechos para llamar la atención de los perros.
Uno de ellos tiene que ver con los colores. Aunque no ven el mundo igual que los humanos, los perros sí distinguen especialmente bien los tonos azul y amarillo. Y adivina qué colores predominan en el personaje.
Otro punto a favor es el movimiento constante. La serie tiene animaciones con líneas claras, contrastes marcados y transiciones rápidas que capturan la vista de los caninos. Si un video no tiene mucho movimiento, probablemente perderán el interés. Pero con Bluey, eso no pasa.
Bluey | Hospital
¿Qué otros elementos de Bluey llaman la atención de los perros?
Además de los colores y el movimiento, hay otros aspectos que los perros simplemente no pueden ignorar:
- Patrones repetitivos: A los lomitos les gusta anticipar lo que va a pasar. Si detectan que algo se mueve de forma predecible —como un frisbee o un personaje animado—, se sienten más cómodos y se enganchan.
- Voces agudas: Las voces de los personajes de Bluey son altas, dulces y agudas. Muy parecidas a las que usamos para hablarle a nuestros perros cuando estamos felices. Y sí, ellos también asocian ese tono con algo positivo.
- Acento diferente: El acento australiano que tiene la serie podría parecerles novedoso, sobre todo a perros acostumbrados a otro tipo de sonidos. Esto despierta su curiosidad auditiva.
- Episodios cortos: Con una duración promedio de siete minutos, los episodios de Bluey se ajustan perfecto a la corta capacidad de atención de los perros. Ni muy largos, ni muy rápidos. Justo a su ritmo.
- Protagonistas caninos: Tal vez lo más obvio: los personajes son perros. Farah explica que los perros pueden reconocer las siluetas y gestos de otros perros, incluso en caricatura. Así que probablemente, sin saberlo, están viendo algo con lo que se identifican.