La icónica casa donde se filmó Mi Pobre Angelito ya no es el cálido hogar noventoso que muchos recuerdan. A 35 años del estreno de la película, la mansión que marcó a varias generaciones dejó atrás su estética original y se renovó.
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Esto se debió a una millonaria venta que la transformó en una residencia de diseño moderno, minimalista y adaptada al estilo de vida actual. Conoce los detalles de esta propiedad que tiene historia en Hollywood y no cuenta con ninguna característica de los años 90.
La mansión de la película ‘Mi Pobre Angelito' se convirtió en un destino turístico
La propiedad está ubicada en la exclusiva localidad de Winnetka, Illinois, Estados Unidos. Se vendió a comienzos de 2024 por 5.5 millones de dólares y había servido como escenario de las inolvidables travesuras de Kevin McCallister: personaje interpretado por Macaulay Culkin.
Si bien continúa despertando nostalgia, el interior de la mansión cuenta una historia completamente distinta a la que se veía en pantalla en 1990. La mansión está en 671 Lincoln Avenue. Por muchos años fue una parada obligada para los seguidores de la película que deseaban conocer donde se filmaron algunas de las secuencias navideñas más emblemáticas del cine.
@resilentos Fui a casj todas laa ubicaciones de la pelicula Mi Pobre Angelito (solo en casa) en Nueva York, y el video quedo hermoso #nyc #homealone #soloencasa #nuevayork ♬ All Alone On Christmas - Leigh Pollari
¿Qué le sucedió a la mansión de la película ‘Mi Pobre Angelito'?
La venta de esta casa superó el precio inicial de oferta (5.25 millones de dólares) por su valor cultural. En los años 90, su interior se traducía en alfombras estampadas, muebles robustos, paredes de tonos cálidos y una ambientación hogareña con espíritu navideño característico de la temática de la película.
El presente de la mansión muestra un cambio radical. Los nuevos dueños hicieron una remodelación completa. Hoy presenta paredes blancas, espacios amplios y una iluminación cuidadosamente distribuida. La nueva atmósfera es moderna, sobria y elegante.
La paleta de colores de la propiedad es neutra y reemplaza por completo los colores intensos y la decoración festiva de antaño. La sala principal (aquella donde Kevin pasó su Navidad en solitario) ahora posee muebles voluminosos, sillones blancos, una mesa gris y una chimenea decorada con arte contemporáneo. Sin embargo, si bien el interior fue completamente renovado, la fachada georgiana clásica se mantuvo intacta, preservando el aspecto que inmediatamente remite a la película.