La fuerza de agarre en un factor clave para mejorar el rendimiento en el gimnasio , especialmente en ejercicios como el peso muerto, las dominadas o los swings con kettlebell. Aunque suele entrenarse con barras gruesas, o hand grippers, existe un llamativo método que gana cada vez más popularidad entre entrenadores y atletas: meter las manos en un recipiente lleno de arroz y apretar con toda la fuerza posible.
Si bien suena extraño, esta técnica es utilizada por deportistas y fisioterapeutas desde hace décadas para desarrollar los músculos más pequeños de la mano y el antebrazo. Uno de los impulsores recientes de este método es el entrenador personal Scott James Tyler, quien realizó un reto de 100 días enfocado en maximizar la fuerza de agarre.
Si bien inició el proceso sin muchas expectativas, para su sorpresa el ejercicio no solo terminó siendo efectivo, sino una de las herramientas más valiosas de su rutina diaria. Tanto así, que continuó practicándolo incluso después de superar los 150 días de entrenamiento continuo, con mejoras claras en la potencia y resistencia de sus manos. Además, enseñó todo el proceso en su cuenta de Instagram.
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El método que fortalece lo que otros ejercicios del gimnasio no alcanzan
Según explicó Men's Health, lo que hace único a este movimiento es la forma en la que el arroz se desplaza entre los dedos. Cada vez que se aprieta un puñado, los granos se escapan en distintas direcciones, lo que obliga a trabajar a los músculos más pequeños e intrínsecos de la mano, aquellos que normalmente no entran en acción durante ejercicios tradicionales con mancuernas o barras.
Esa inestabilidad natural genera una fatiga profunda y mejora tanto la fuerza como la resistencia del agarre. Esto tiene beneficios directos en varios aspectos: ayuda a sujetar mejor la barra en el peso muerto, favorece la estabilidad en los swings con kettlebell y permite un tirón más sólido en dominadas.