Antonio Mohamed tiene cuatro hijos: Mayra, Shayr, Nayib y Faryd. Tres de ellos están vinculados de distintas formas al ámbito público, mientras que el cuarto falleció en un accidente en 2006. Entre redes sociales, futbol profesional y labores técnicas, cada uno ha seguido un camino diferente y todos recibieron la descendencia de Medio Oriente del Turco, origen de su apodo .
¿Cuántos hijos tiene Antonio Mohamed y cuál es su ocupación actual?
El entrenador nacido en Buenos Aires tiene cuatro descendientes, todos con trayectorias particulares. La primogénita, Mayra Mohamed, se ha desarrollado como influencer y generadora de contenido digital. En su momento, mantuvo una relación con el delantero Héctor Villalba, quien jugó para los Xolos de Tijuana. El segundo es Shayr Mohamed, quien incursionó en el futbol como delantero. Pese a un inicio prometedor, su carrera fue breve. Militó en clubes como Huracán, San Luis y Monterrey, donde fue expulsado en su debut. Hoy colabora en el cuerpo técnico de su padre en el Toluca.

El tercero es Nayib Mohamed, militó en las fuerzas básicas de los Pumas UNAM hasta que quedó libre en enero de 2024. Con 23 años, busca su rumbo como futbolista profesional. Anteriormente, tuvo pasos por equipos como Monterrey y Huracán, siguiendo una formación similar a la de su hermano mayor. El cuarto hijo fue Faryd Mohamed, quien falleció a los nueve años en un accidente automovilístico . El hecho ocurrió en Alemania, después de asistir con su padre a un encuentro de la Copa del Mundo 2006. En su honor, Antonio coloca un rosario en el banquillo antes de cada partido que dirige.
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¿Qué papel juegan los hijos de Antonio Mohamed en su vida profesional?
La familia del entrenador argentino ha estado presente en varias etapas de su carrera. Shayr, con funciones técnicas, participa activamente en su entorno laboral. Nayib, como jugador, continúa una trayectoria ligada al futbol. Mayra, en redes, mantiene presencia mediática, aunque alejada del deporte.
La memoria de Farid permanece en cada encuentro, marcada por gestos simbólicos. Esta dinámica refleja cómo los vínculos personales se entrelazan con el trabajo de uno de los estrategas más conocidos del futbol en América Latina.