Una enfermedad de origen desconocido ha desencadenado una alarma tras causar la muerte de decenas de personas en la remota provincia de Equateur, en la República Democrática del Congo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia urgente ante la rápida propagación y la alta tasa de mortalidad de este brote, que ha dejado perplejos a los expertos y ha sumido en el caos a las comunidades locales.
Desde mediados de febrero, se han registrado cientos de casos y más de cincuenta fallecimientos en dos zonas de salud distintas: Basankusu y Bolomba. La velocidad con la que la enfermedad se está propagando, sumada a su letalidad, ha generado preocupación sobre la posible existencia de un agente infeccioso grave o una sustancia tóxica desconocida.
Descartan presencia de Ébola
El brote más grave se ha detectado en la aldea de Bomate, donde la mayoría de los afectados han fallecido en menos de dos días tras presentar síntomas como fiebre, dolores corporales, vómitos y diarrea. Los análisis iniciales han descartado la presencia de virus como el Ébola y el Marburgo, lo que ha llevado a los investigadores a considerar otras posibles causas, como el paludismo, la fiebre tifoidea, la meningitis o una fiebre hemorrágica viral aún no identificada.
¿Quieres evitar la viruela símica? Conoce las formas de contagio
En paralelo, se ha reportado un segundo brote en la aldea de Boloko, donde los primeros afectados fueron niños que habían consumido un murciélago. Posteriormente, otros habitantes de la aldea y de la cercana Dondo presentaron síntomas similares, incluyendo fiebre, fatiga extrema y, en casos avanzados, hemorragias nasales y vómito con sangre.
Propagación de enfermedad “misteriosa” es rápida
La OMS ha confirmado que no existe conexión entre ambos brotes, lo que aumenta la incertidumbre sobre el origen de la enfermedad. Sin embargo, la rapidez de su propagación y la elevada mortalidad han llevado a la organización a calificar la situación como una grave amenaza para la salud pública.
Un equipo de especialistas se ha desplazado a la región para recolectar muestras y analizar posibles factores ambientales que puedan estar contribuyendo a la propagación de la enfermedad. Las autoridades locales, en colaboración con organismos internacionales, han intensificado las medidas de control sanitario y el suministro de insumos médicos en las zonas afectadas.
No obstante, los centros de salud locales se encuentran al borde del colapso, con recursos insuficientes para atender a la creciente cantidad de enfermos. Además, el acceso a las aldeas afectadas es complicado debido a la geografía remota y la limitada infraestructura de la región.
Expertos en salud pública advierten que este brote representa un desafío sin precedentes debido a su alta letalidad, rápida propagación y origen desconocido. Se están llevando a cabo análisis avanzados, como la secuenciación metagenómica, para identificar el patógeno responsable de esta tragedia.
